Las construcciones de adobe datan de más de 300 años y se han mantenido en pie a pesar de los frecuentes sismos de la región. Magníficos edificios hoy nos invitar a conocer esta antigua ruta norteña.
Las iglesias, casonas y antiguos oratorios erigidos bajo esta ecológica y ancestral técnica de construcción conforman, a unos 280 kilómetros de la ciudad Capital de Catamarca, un camino histórico y cultural que pone al descubierto gran parte de la identidad local, recomendado especialmente para los amantes de la arquitectura popular americana.
La Ruta del Adobe se completa en un día y transcurre a lo largo de 55 kilómetros de carreteras asfaltadas y caminos consolidados, dentro del Departamento de Tinogasta. El viaje se realiza mediante una excursión guiada o también de manera particular, ya sea en auto, a caballo o bicicleta.
El adobe fue una técnica de construcción incorporada a la región por la cultura diaguita y todavía persiste en la actualidad. A lo largo de esta ruta temática, se encontrarán algunas piezas arquitectónicas consideradas entre las más importantes de América, muchas de ellas en pie pese a los reiterados terremotos que se registraron en la zona.
Comenzaremos por la localidad de Tinogasta, la primera visita es a Casagrande, un edificio de 1808 que funciona como complejo turístico, luego de haber pertenecido al vicecónsul chileno Rodolfo Orella y al Batallón de Cazadores de los Andes.
La segunda parada se encuentra a la salida del casco urbano, donde se erige otra antigua casona deshabitada, la cual permanece abierta al público.
La Ruta del Adobe continúa por la localidad catamarqueña de Anillaco, uno de los antiguos centros económicos y religiosos más importantes de la región.
Allí, está el Museo Histórico Provincial Mayorazgo, levantado en 1712 en adobe y algarrobo, y una de las piezas arquitectónicas más destacadas de todo el circuito: la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, declarada Monumento Histórico Provincial. El edificio, data del siglo XVIII y es uno de los templos más antiguos de Catamarca. Posee muros de adobe de un metro de ancho; el techo está realizado con cañas y barro, el piso se conserva de tierra. En su interior, se aprecian obras traídas desde el Alto Perú y un altar de barro, considerado único en Latinoamérica.
Siguiendo nuestra ruta aparece Batungasta, donde yacen las ruinas de un asentamiento aborigen, cuya antigüedad se remonta a 11 siglos de ocupación, ininterrumpida desde el año 500.
Un recorrido de gran interés ecológico ya que en la zona se están erigiendo nuevas casas de diseño contemporáneo siguiendo las mismas técnicas de construcción ancestrales, tanto por su bajo impacto ambiental como por su resistencia sísmica.