Partiendo desde Salta, se puede realizar el legendario viaje en el Tren a las Nubes, que avanza traqueteando sobre una obra de ingeniería única en el continente hacia la conmovedora belleza de la Puna solitaria.
Andar en rieles suele rememorar viajes de otras épocas, con el romanticismo de otros tiempos.
El rey de los trenes en Argentina, es el legendario Tren a las Nubes que parte desde la capital salteña para trepar hasta los 4220 metros y llegar a la Puna, atravesando 29 puentes, 20 túneles, 13 viaductos, 2 rulos y 2 zig-zags.
Esta obra de ingeniería se desarrolló entre los años 1921 y 1948 a fuerza de dinamita, pico y pala (sin las modernas excavadoras ni topadoras), con el objetivo de exportar ganado y minerales a Chile. Esta obra espectacular, se cobró más de 300 vidas y que sigue sorprendiendo a los ingenieros actuales por el talento de sus ingeniosos constructores.
El viaje comienza en la ciudad de Salta a las 7:05 am, con puntualidad inglesa, avanzando a una velocidad máxima de 35 km/h y en pocos minutos atraviesa con rumbo norte el Valle de Lerma, entre verdes plantaciones de tabaco burley, criollo y virginia.
Las primeras localidades que van apareciendo son Cerrillos (la capital salteña del Carnaval) y Rosario de Lerma (la ciudad más tabacalera de Salta).
En el fértil Valle de Lerma se observa este verde paisaje, hasta internarnos a la Quebrada del Toro desde la localidad de Campo Quijano donde podemos ver la primera locomotora a vapor del año 1920.
Ya entrando en la Cordillera Oriental que forma parte de los Andes, llegamos a la estación El Alisal para hacer el primer zig-zag, un singular movimiento que le permite al tren ganar mucha altura en un trayecto corto, para luego cruzar el viaducto Panteón, llamado así porque allí ocurrió el accidente más grave de la construcción de las vías, cuando el tren atropelló a un grupo de operarios. Se pueden ver las tumbas y monolitos de las víctimas.
Las vias llevan a la estación Ingeniero Richard Maury, que lleva el nombre del cerebro constructor de esta obra de la ingeniería. Maury nació en Filadelfia en el año 1882, y en el año 1905 emigró a Cuba y luego a Argentina, donde se casó en Termas de Río Hondo con una local y nunca más regresó a su país.
El trayecto sigue su marcha y ascendiendo, comienzan a sentirse los efectos de la altura y es recomendable seguir los consejos de los locales, tomando un clásico té de hojas de coca, o bien, mascar hojas de coca, es una linda experiencia.
A medida que ascendemos, el paisaje es cada vez mas árido, pero abudan los colores vivos de la tierra con sus minerales, y empezamos a ver los primeros cardones, las casitas de adobe, y corrales de piedra llenos de chivos u ovejas.
Luego de atravesar un tren de 500 metros, pasamos la estación Muñano a 4008 msnm, e ingresamos a la Puna.
A lo largo del trayecto, junto a las vías acompañan los postes del cableado de un antiguo telégrafo.
El punto mas alto que llega el tren, es el Viaducto La Polvorilla llegando a los 4200 msnm, en donde vemos aparecer el pueblo de San Antonio de los Cobres con sus casas de adobe que se mezclan con la tierra.
Pasando el pueblo, llegamos al viaducto de La Polvorilla que es un gran arco de metal y hormigón de 224 metros de longitud y 64 de altura, el punto culminante de esta gran obra ingenieril que no estaba en los planes originales, pero en el año 1971 se convirtió en uno de los trenes turísticos más altos y famosos del mundo.
De regreso, se desciende en San Antonio de los Cobres a 3775 msnm, donde los locales nos ofrecen sus artesanías y productos locales.
El pueblo de 5600 habitantes, fue creado en el siglo XVII por indígenas atacamas que huían de los españoles. La mayoría de sus habitantes son claramente indígenas y se emplean en las minas de la zona o viven de una economía de subsistencia basada en el pastoreo, una trabajosa agricultura en andenes de cultivo y los tejidos de lana barracán.
Datos útiles
El viaje dura unas 16 horas entre ida y vuelta y se recorren 434 kms.
Más información en: www.trenalasnubes.com.ar