Su vasta geografía muestra paisajes muy diversos: desde la aridez más extrema en la Puna hasta los verdes furiosos de la vegetación en la selva. Hoy recorreremos parte de ese abanico de postales, por una de sus sendas más famosas: los Valles Calchaquíes.
Quebradas y cerros policromos son testigos de la historia de la zona, forjada por culturas preincaicas, la colonia y los criollos; sus poblados, despojados de presunciones, ostentan genuina belleza.
Este circuito circular puede iniciarse por la RN 68 -con destino a Cafayate- o la RP 33 -rumbo a Cachi-.
Es el Valle de Lerma el primer hito -si se desea- desde la Ciudad de Salta hasta el Calchaquí, cuya área de cultivos se destina al tabaco esencialmente. En muchas fincas al lado de la ruta se ofrece alojamiento al turismo. Un alto en el trayecto merece Chicoana. Su fisonomía colonial regida por la plaza y sus tradiciones, dirán el resto.
La RP 33 se interna en la Quebrada de Escoipe y más adelante la hermosa Cuesta del Obispo que presta un espectacular mirador: Piedra de Molino. Ya ingresando en las alturas cordilleranas el Parque Nacional Los Cardones, con sus insignes exponentes, recibe a los viajeros. Esta importante área de -64.117 hectáreas- concentra uno de los principales Biomas Andinos del Noroeste y la parte septentrional del Monte Occidental, región natural exclusiva de la Argentina. Aquí se protege al cactus conocido como cardón (trichocereus pasacana).
Payogasta -pueblo blanquecino según la lengua nativa- es la próxima parada por la misma ruta. Le sigue Cachi el que podría denominarse como el centro turístico del alto Valle Calchaquí, ornamentado por el imponente macizo del mismo nombre con ocho cumbres bien distinguibles que resguardan al fértil valle hacia abajo.
Aquí es imprescindible visitar la iglesia y el Museo Arqueológico; además, los sitios arqueológicos, entre ellos La Paya y las Pailas.
La incursión por el valle lleva a nuevos rumbos, como La Poma, un encantador poblado con un pintoresco camino que conduce a Los Graneros, el Puente del Diablo y el Campo Negro, repleto de piedras volcánicas.
Luego llega el momento de Seclantás, en donde se distingue su iglesia de estilo vallisto; continuando por el Camino a Colte es preciso visitar a los artesanos especializados en telar. Más adelante la laguna de Brealito es parada para los adeptos a la pesca.
Molinos es un poblado de arquitectura doméstica colonial con una impactante iglesia. Allí se encuentra la elegante hacienda de Isasmendi, quien fue el último gobernador realista en Salta. Muy cerca del pueblo se halla el primer criadero de vicuñas en semi cautiverio de Salta, llamado Coquena.
Aún hay mucho por conocer en los valles, como los parajes de Colomé, Tacuil o Humanao donde se producen excelentes vinos de altura. Allí hay viñedos plantados a 2.600 metros sobre el nivel del mar. Las casas vitícolas cuentan con circuitos guiados.
Y si de producción hablamos las tejedoras, que siguen utilizando ancestrales técnicas para confeccionar prendas en lana de ovejas, llamas y vicuñas -ponchos, mantas, peleros- son un sello del lugar, como los ceramistas, los artesanos del cuero y los que hacen canastos de simbol.
A esta altura se hace preciso virar hacia el Norte con destino a Cafayate. Para ello hay que tomar la Ruta 40. La Quebrada de las Flechas, de paisaje desolado, Angastaco, Animaná y San Carlos, le preceden y ellos también merecen su visita y estadía, ya que la apacible vida que se lleva por aquí es fácil de contagiar a los viajeros. Antes de Cafayate queda recorrer Médanos Blancos y dejarse deslumbrar.
Finalmente la ciudad más importante de los Valles Calchaquíes, conocida por sus vinos y por ser sede de uno de los festivales folclóricos de mayor convocatoria, La Serenata, en febrero, espera. Aquí hay mucho por hacer: desde visitar bodegas, hacer trekking en el río Colorado, paseos por las dunas, cabalgatas o travesías 4x4 y en bici para los aventureros. Es una obligación visitar el Mercado Artesanal, el Museo del Vino y el Antropológico.
El circuito Vuelta a los Valles se puede realizar en transporte público de la zona, contratando un tour o por cuenta propia. Hay que tener en cuenta que se trata de caminos de cornisa y, en muchos trechos, enripiados, lo que permite avanzar a un promedio de 50 km/hora.
Hosterías, casas de fincas o bodegas lo esperan para alojarlo en un ambiente bien vallisto y hacerlo degustar los maravillosos platos de la cocina regional.
Hotel ** en Cafayate 7 días en enero $ 595 por persona base doble.
Hostería en Chachi $ 302 diarios base doble.
Hotel Cafayate $ 150 habitación matrimonial.
Posada en Salta, Capital $ 190 diarios.
Calendario de Fiestas en el Valle Calchaquí: enero y febrero: en Cachi, San Carlos, Animaná, Angastaco y Molinos, festivales folclóricos de verano cada fin de semana.
Febrero: en Molinos, fiesta en honor a la Virgen de la Candelaria y Festival del Poncho, en Cafayate: Serenata a Cafayate (principal festival folclórico de la provincia.)
Marzo: en Cachi, fiesta en honor a San José.
Más Información. www.turismosalta.gov.ar
Fuente: Los Andes Turismo
http://www.losandes.com.ar/notas/2009/12/13/turismo-461741.asp