A 18 km al noroeste por RP 357, luego ruta 40 y nuevamente RP 357.
Las ruinas de Quilmes representan el último bastión de resistencia indígena contra la conquista realista.
Los Quilmes fueron un poblado Calchaquí (800) que llegó a alcanzar gran desarrollo social y económico. Fue uno de los más importantes asentamientos prehispánicos de los calchaquíes, que estuvieron allí desde el 800. En el siglo XVII llegó a tener 3.000 habitantes en el área urbana y 10.000 en los alrededores. En la falda del cerro se advierten las reconstrucciones de la zona residencial, rematada por una fortaleza situada en la cima y dos fortines a ambos costados, sobre la cornisa. Una serie de pasillos permiten la visita guiada del complejo, que fue el último bastión de la resistencia aborigen ante el avance español y que claudicó recién en 1667, tras lo cual 1.700 sobrevivientes fueron trasladados a pie hasta las proximidades de Buenos Aires (la actual ciudad de Quilmes), adonde llegaron apenas 400.
Ruinas de Quilmes
La ciudadela, construida en la ladera del cerro Alto del Rey y los canchones aterrazados para el cultivo y el aprovechamiento del agua dan muestra del alto grado de complejidad y riqueza cultural alcanzado por este pueblo.
Es uno de los sitios arqueológicos más polémico del país, ya que se la reconstruyó con los restos de la ciudad sagrada de los Quilmes. Además, el sitio está envuelto en otra polémica (económica y de corrupción estatal-privada) por la privatización de los servicios y el mismo museo a manos del empresario Héctor Cruz.
El Museo ”Ruinas de Quilmes”, exhibe material obtenido de las excavaciones. En el lugar hay un hotel dotado de excelentes comodidades. Este hotel está en el centro de la polémica sobre la preservación del patrimonio ya que fue construido sobre las ruinas aún sin investigar y sin ninguna supervisión de arqueólogos.