A 12 kilómetros de Tafí del Valle podemos encontrar una reserva que protege decenas de esculturas talladas que son un enigma, estudiadas por arqueólogos y naturalistas.
Se encuentra en la espectacular ruta de yungas que asciende desde San Miguel de Tucumán hacia Amaicha del Valle, en el pueblo El Mollar, situado en las cercanías del cerro Ñuñorco, muy cerca del dique Angostura.
La Reserva Arqueológica Los Menhires es el lugar a visitar para conocer la historia de estos menhires, sacados de los valles y hoy reunidos en esta reserva.
El naturalista Germán Burmeister en el año 1859, las describe y documenta los menhires como “Dos piedras que tienen tres y dos tercios de varas de largo por media vara de ancho, que están completamente cubiertas de inscripciones; una de ellas está en pie, mientras que a la otra la han echado abajo”.
Estos bloques de piedra tallados en una pieza entera, pueden alcanzar los tres metros de altura y pesar hasta cuatro toneladas. Son un testimonio vivo y único de la antigua cultura Tafí, una de las primeras tribus alfareras de la región.
Los megalitos generan muchos interrogantes, pero la mayoría no tienen respuesta. Los investigadores los atribuyen a la realización de ceremonias de carácter mágico-religioso, probablemente dirigidas al Sol, además de simbolizar ritos fálicos y vinculados a la fecundidad.
Mirándolos con atención se descubren los grabados de figuras geométricas, de animales y claros rostros humanos, realizados probablemente entre el 200 AC y el 800 DC, con herramientas primitivas.
Llama la atención de los arqueólogos la similitud con otros megalitos hallados en otras partes del mundo, como los que se encuentran en en la Isla de Pascua, de la cultura Rapa Nui.